martes, 2 de octubre de 2012

"La Vida Y un Instante"


La vida y un instante


Creo que esperaba ese tren, el que traía mis sueños, tanto esperé que volé entre la bruma de los silencios de esa estación vacía. El eco de las voces, quedaba aferrado a las paredes del pasado entre ladrillos húmedos y fríos, de las llegadas y despedidas, de nuestra vida. No sé cuando fue, que comencé a esperar ese tren que traía mis sueños, quizás se detuvo en alguna estación y yo me quedé esperando, tantas horas, tantos días, tantos años; cuando me dí cuenta volví a esa niña, que aferrada a su maleta, esperaba el tren de la esperanza. Ya no era, ni la joven, ni tan bella y sólo estaba la niña, acompañada de su muñeca y esa maleta, que llevaba las migajas de un sueño, con hambre de amor. Ni a lo lejos se escucha un silbato, el tren no vendrá, creo que ya pasó el último, tal vez mi reloj no marcó la hora justa, para poder alcanzarlo y se perdió en la bruma. Sólo sé que mis ojos arrasados de llanto y el grito de mi niña interior, nadie lo escuchó. 
Grité su nombre, pero no regresó, la vi perderse en la bruma de la vieja estación, con su pequeña maleta de sueños rotos, caminando muy lento, cargando la resignación 
en sus hombros y un llanto que ahoga su garganta, no se dio vuelta, tal vez no quiso 
una mentira, ya sabía que esas vías no llevan a ninguna parte, en su vida no pasará 
el tren. 
Quizás equivocó la hora, el lugar y esperó donde ya no existía la ilusión y el amor, 
donde sólo estaba la soledad con su sombra macabra y le mordió el alma. 
¿No hay otros pasajeros? ¿Qué tren se llevó mis sueños? 
¿Dónde está el amor?, ¿Qué tren tomó?, ¿¡Dónde estaba yo!? 
¿Nadie me espera? ¿Nadie?. 


Alicia M. Moreno
 Derechos Reservados 
02/10/2012


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