Mañana de Buenos Aires. Trajina la ciudad gente de todos lados, el aeropuerto de Ezeiza, se llena de turistas, muchos llegan, otros parten a diferentes puntos del mundo. Bagajes de ilusiones, sueños que suben a cada avión, que entre las nubes toca el cielo. Las turbinas en marcha rompen el silencio de la mañana. Abro la puerta del taxi, bajo la maleta de cuero azul. Las puertas se abren a mi paso, cruzo el gran hall de espera. En el mostrador de embarque me piden el pasaje, se lo alcanzo, apenas llego, es bastante alto. El maletero lleva mi equipaje
Una azafata me dirige hacia la puerta de embarque. ¿El avión a Disney? le dije –Sí, por aquí-
Subí al avión, me recosté en el asiento, es un placer, me dormí estaba tan cansado.
Me despertó la azafata, con una bandeja llena de cosas ricas, jugo de naranja, era como medio litro. ¡Este viaje es un sueño!
Cuando me bajé del avión, recogí mi maleta de cuero azul y fui a tomar un taxi.
-Hasta Disney- le dije al chofer
Cuando llegué mis ojos no podían repartirse en tantas cosas. El Ratón Mickey y el Pato Donald corrieron a mi encuentro, saqué mi cámara de la maleta azul, ¡saqué tantas fotos!
Subí a todos los juegos, estaban todos los personajes de los dibujitos, el propio Disney se sacó una foto conmigo ¡Soy tan feliz!
Me fui a la hamburguesería, me comí una doble con papas fritas, jugo de frutas y un gran helado de chocolate.
¡Che boludo! ¡Che Boludo!
Me sacudió el Moncho riéndose
Vo’ so’ boludo. Qué te asé?
Se fue la vieja con el pibe...
¡No te dejó ni una chirola! ¡Encima le llevaste el bolso!
¿Dónde estabas boludo?
En Disney boludo. Deja e joder.
Pateé tan fuerte el cordón de la vereda, con tanta bronca. ¡La puta que lo parió! Ay, ¡Ay! Dio! Me olvidé que no tengo suela en estos zapatos de mierda,
Me rompí los dedos boludo…
Moncho se ríe a carcajadas, mientras corre a abrir la puerta de un taxi.
-¡Tenés un hambre! Tenés Disney jajajaj-
¡No te rías pelotudo hace dos días que no morfo y tengo una sed!
¿Querés juguito de naranja? ¿Querés? Ja ja
Y corrí a abrir la puerta y extendí la mano, tres o cuatro monedas, no sé.
¿Qué sabe el boludo del Moncho? ¡No!
Mientras me froto el dedo del pie que me esta quedando negro del golpe.
¡La puta madre! que lindo era el bolso azul, ¡que ropita llevaba el boludo! Estoy seguro que lo llevaron a Disney.
¡Moncho, Moncho! Grité – ¿Vos no soñás?
¿Con qué boludo? ¿Con qué?
Sabés Moncho creo que me rompí el dedo, el Moncho se reía,
- Y bueno soñá con un par de zapatos nuevos o mejor con botines para jugar al fútbol, boludo.-
Vos sí que sos boludo Moncho, ¿vos crees que no puedo?
Tengo hambre Moncho, Moncho.
Un flaco con pinta de cajetilla
Me da un empujón
Salí pibe, salí.
¿Quién te crees que sos flaco pelotudo?
Se subió al taxi y me miró con cara de asco
El Moncho se rió ja ja ja
Te dije boludo, los sueños no son para nosotros. Aparte boludo vos tenés 10 y yo 12 años.
¿Qué sueños podemos tener?
Corré, corré que hay otro taxi.
ALICIA M. MORENO
DERECHOS RESERVADOS
2005
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